Claramente,
es más fácil comprender una obra de teatro al verla. “Yerma,” por Federico García Lorca, no es una excepción. La obra es más poderosa para mí ahora
que la he visto. Desafortunadamente,
al leer “Yerma,” no se puede entender o encontrar las emociones que Lorca querría
demostrar. Es cierto que Federico García
Lorca utilizó el ritmo para promover emociones fuertes en la audiencia. Los
actores de “Yerma” nos demostraron estas emociones con éxito. Creo que la música tiene el poder de despertar
los sentimientos en nuestros corazones.
El uso de los tambores y el coro me afectó en el teatro. El dolor de Yerma era evidente con el
uso de la música.
Igualmente,
habían unas partes en el teatro que no habían en el libro que crea una obra más
fuerte. Por ejemplo, en vez de
tener uno o dos mujeres que hablan en el campo, había un grupo que hablaban
juntas. Aunque me parece un poco extraño,
creo que cuando ellas hablaban
juntas las palabras que decían tienen un fuerte impacto.
La
parte que no me gustaba ni entendí era la parte cuando los bailarinas, vestidos
como animales y con colores brillantes, bailaron. No tenía sentido.
Era una escena rara.
Sobre todo, la obra de teatro es poderosa cuando ve en realidad.
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