03 May 2012

Barcelona


            En el principio de abril, todo el grupo de UConn fue a Barcelona. Un fin de semana en esa ciudad hermosísima no era bastante. Hay tanto que ver allá que se necesita a lo menos dos semanas para ver de todo. Un día teníamos billetes de autobús-turístico y teníamos que ver tres lugares históricos. Yo fui a La Pedrera, el Hospital Sant Pau y el Park Güell.
            La Pedrera, también llamada la Casa Milá, fue increíble. Nunca había visto un edificio así – la fachada se realizó con curvas. El techo era lo que me interesaba lo más. La escultura formaba parte de la arquitectura – había construcciones grandes hechas de piedra y escaleras pasando por ellas. Vi unas esculturas, que servían para chimeneas, que se parecían conchas marinas con azulejos rotos. Algo interesante que aprendí es que cuando se construyera la Pedrera los trabajadores creían que Gaudí estaba loco porque ordenaba que rompieran los azulejos y entonces que repusieran los trozos para la escultura. Hicieron lo mismo con botellas de vidrio en otras chimeneas.
Quería ver el Hospital Sant Pau porque me interesaba por qué un hospital era una parada del autobús-turístico. Curiosamente, no es un hospital para los enfermos, sino una gran presentación de problemas mundiales. Por ejemplo, había una obra expuesta con una placa que decía: “77 millón de hijos, 12% de los que viven en países pobres y de desarrollo no tienen acceso a la educación formal, la cual costaría aproximadamente $9 billón al año.*
*Los ciudadanos de los Estados Unidos y Japón gastan $40 billón cada año en juegos de video.” Había una ventana arriba de la placa que mostraba un montón de materiales de juegos de video, y debajo de la placa había una pizarra, trozos de tiza, cuadernos, hojas y lápices. En otra obra expuesta se incluía 10 tablones, cada uno con una sugerencia para mejorar el mundo. Por ejemplo, uno muestra: “En caso de enfermedad, todos debemos tener derecho a disponer de medicamentos para curarnos. Creemos un fondo mundial de rescate de patentes.” Otro muestra: “Los países pobres y emergentes no deben dedicar sus presupuestos a devolver créditos internacionales. Condenemos la deuda externa.” Al final de los 10 tablones, el tablón más grande expone este mensaje: “Depende de nosotros, depende de ti.” El Hospital Sant Pau sirve para educar a los observadores de los problemas mundiales y motivarlos para hacer algo.
             Tan pronto como llegué en el Park Güell me sentía parte de Candyland y el mundo de Dr. Seuss. Este sitio es una representación perfecta del estilo personal y único de Antonio Gaudí. Todo es de colores vivos y hecho de azulejos rotos. A la entrada hay la famosa salamandra y un túnel de rocas con estalactitas colgando del techo. En lo alto de las escaleras hay una gran plaza abierta que sirve como mirador de Barcelona. Hay un banco larga que parece una serpiente. De la plaza hay más escaleras que se llevan a un bosque pequeño con tantos caminos estrechos y preciosos.
            No hay otro lugar que parece Barcelona. Para mí, la estancia allá fue una estancia en un mundo onírico. 

No comments:

Post a Comment