Mi hermano pasó su vacacione de primavera
en Granada con mí. Llevó un nuevo monopatín, un regalo para mí y llevó su
monopatín también. Cada día entre las clases y por la noche fuimos al parque en
el otro lado del rio para montar nuestras tablas y practicar español con las granadinas.
Conocí dos nuevos amigos jóvenes y una chica muy guapa. Mostré a mi hermano el
parque del invierno, La Alhambra y la grafiti de la cuidad. Él aprendió un poco
de español gracias a mi Señora porque español es la sola lengua a la almuerza y
la cena. Para la última noche fuimos a Madrid y pasamos la noche en La Plaza de
Santa Ana, una plaza muy popular para la vida de la noche. Mi hermano me dijo
que fue la mejor vacación de primavera.
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