Nos agotamos después de
nuestras estancias en Sevilla y Cádiz. Cada día, teníamos que despertarnos muy
temprano y pasábamos el tiempo visitando algunos catedrales (donde subimos los
torres), almorzando a restaurantes muy buenos y andando por la calle gozando en
lo nuevo. No me cansarían jamás los edificios viejos y los cafés del barrio.
Son preciosos. Pues, un ratito después de subir el autobús de camino hacia
Ronda, Lay nos encontramos con nuestras bocas abiertas y cabezas ladeadas. Es
una lástima que la mayoría de nosotros nos hemos perdido el paisaje hermoso. Afortunadamente, yo podía verla para casi diez minutos. Cuando bajamos el autobús,
casi todos tenían que usar los servicios. ¡No había papel higiénico y algunos
no tenían asientos del inodoro! Sin embargo, no me sorprendió. Muchas veces los
baños no suministran esas cosas que damos por hecho en los E.E.U.U.
De las tres ciudades que
visitamos, Ronda era mi favorita. Se ubica en un área muy montañosa. Nos quedamos
allí para tres horas, creo. Pero disfrutamos en el poco tiempo que teníamos.
Mis amigas y yo caminábamos
por el perímetro donde vimos el cañón Tajo. ¡Qué vista! Podríamos mirarla por
horas y horas. Se ve mucho verde que se parece extender para siempre. Se puede derretirse
en el azul del cielo. Los caminos grises reparten el paisaje como gran
serpientes. Me maravillo en cómo vive la gente en las casas que se acurrucan el
valle. El Puente Nuevo también nos parecia magnifico debido a su inmensidad.
Kathryn me dijo <<
Si vas a enseñar inglés en España, debes hacerlo aquí>>. Estoy de acuerdo.
: ) Ernest Hemingway y Orson Welles pasaban algunos veranos en Ronda
escribiendo sobre su belleza. Me imagino sentarme al pie del acantilado inventando
una historia sobre un grupo que se pierde en esta ciudad pintoresca.
No comments:
Post a Comment