01 February 2012

La lengua y las orejas de Granada


Antes de irme a Granada, uno de mis mejores amigos y yo charlábamos de la variedad de dialectos de español. Ella me dijo que << se estudia en un país donde se quiere adoptar su manera de hablar.” Hasta cierto punto creo que ella tiene razón. Desde he visitado Madrid para dos semanas en un intercambio con mi colegio, yo tenía una fascinación con el acento español – por ejemplo, se pronuncian el “z” y “c” como “th.” No me di cuenta que hay muchos acentos diferentes dentro de España hasta que he llegado a Granada. La gente que vive aquí quita el “s” al final de la palabra. Lleva tiempo a acostumbrárselo. 

Yo quisiera hablar como un nativo.  Al otro lado, comprendo que mi propio acento es un producto de oír acentos diferentes con los años y por lo tanto es especial y no debería perderlo. Las chicas les encanta escuchar a los hombres españoles cuando hablan inglés. Parecen muy monos y posiblemente más guapos.
; ) Me pregunto cómo sueno a los nativos cuando hablo español.

Me atraen mucho los matices de los sonidos. De mi ventana, oigo los gritos de los jóvenes, los chirridos del perro (Curro) del hermano (Paco) de la señora con quien me quedo (Blanca), los coches zumbando cuando bajan el Camino de Ronda. Pero mis sonidos preferidos vienen de las voces de la gente hablando una lengua que no es mía que quiero conocer con todo mi alma– una niña preguntando a su madre si puede comprar nuevos zapatos o Blanca contando la historia de su infancia  durante lo cual dominaba Franco – y las olas del mar golpeando la arena en la Playa Calahonda, acercándose y alejándose mientras que me extiendo los brazos como si fuera parte del paisaje.

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