Barcelona

Pasamos el fin de semana en Barcelona y a nosotros nos encantó. Mis amigas y yo pasamos por la ciudad en un autobus turístico y visitamos a algunos sitios bien conocidos.

El Parque Guell

La entrada del parque

Primero fuimos al Parque Guell, que fue diseñado por Antoni Gaudí entre 1900 y 1914. El parque es bellísmo y muy verde, con arquitectura que parece algo de Willy Wonka. También es muy grande, con muchos paseos, miradores, y asientos decorados con mosaicos y azulejos. Fuimos por la mañana, y nos dio cuenta de que fue una buena decisión, porque cuando salimos del parque, entraban mucha gente y el parque se llenó.

Decidimos a visitar al parque por dos motivos principales: primero, porque sabemos que es uno de los sitios más impresionantes de Barcelona, y también porque habíamos estudiado el parque en la clase de la Historia del Arte. Nuestro profesor, Ricardo, nos enseñó mucho sobre la vida y la obra de Gaudí, y queríamos ver el parque in situ. Aprendimos que el parque fue originalmente creado como parte de la casa y fincas de Eusebi Guell, un burgués barceloneto muy aculturado. Al principio, la casa estaba en las afueras de la ciudad, pero en el 1926, el sitio fue convertido a un parque y el ensanche de Barcelona llegó a conectarlo con el resto de la ciudad.

Barceloneta


Después del parque cogimos el autobús otra vez y fuimos a la región de Barceloneta para pasar por la playa y almorzarnos. La playa era muy bonita, con arena blanca y olas azules. Aunque hacía un poco frío, aún había gente bañandose y tomando el sol. Andamos un rato por el paseo marítimo y dentro un par de minutos, fuimos a una cafetería para pedir bocadillos. Después del almuerzo, volvimos a la playa y andamos por la arena. No pudimos meternos los pies dentro del agua a causa del frío, pero de todos modos nos disfrutamos mucho.

La playa en Barceloneta

A mi me encanta que puede haber una ciudad tan grande al lado de la playa. Para mí, es algo un poco fuera del normal porque en los EE.UU. de verdad no hay ciudades así. Me parece muy chulo.

Camp Nou


Al final, fuimos al estadio de fútbol donde juega el equipo de Barcelona. El estadio está en el periferio de la ciudad, y el viaje por autobús tardó casi una hora desde Barceloneta, pero valió la pena porque tuvimos muchas ganas de ir al estadio. Los equipos de fútbol españoles son mundialmente conocidos, y también son muy adorados por los españoles. El estadio es muy grande e impresionante, con yerba tan verde y bien arreglado.

Desafortunadamente, no pudimos entrar en el estadio porque tendríamos que pagar 22 euros por el billete, y no nos quedó mucho tiempo antes de la cena. Pero saber que unos jugadores tan famosos (y tan guapos) se han pasado por la misa tierra donde estuvimos nosotras era algo muy emocionante.


Nos ha gustado mucho la ciudad y los sitios que visitamos. Un día me encantaría volver.